La descripción más popular es que sería una criatura pequeña (de 1 m de altura o menor tamaño), que presentaría piel verduzca y escamosa, ojos grandes y saltones, y cabeza ovalada.
Los primeros reportes de avistamiento se dieron en Puerto Rico, presentando éste la primera descripción dada, después fue reportado en países como Chile, México y en Texas, estado en que se le describió por primera vez con la descripción de un cánido.
Así, se dice que el chupacabras aparece prominentemente en las siguientes formas específicas:
- Reptiliana:
Es la descrita más comúnmente, presentaría piel gris-verdoso, escamosa y con espinas dorsales o canillas agudas que corren hacia abajo de su parte posterior. Aproximadamente de 0,9 a 1,2 m de altura, y saltaría de manera similar a un canguro.
- Mamífera: la segunda variedad también se pararía y saltaría como el canguro, y tendría la piel gruesa con un pelo facial grisáceo. La cabeza sería similar a un perro, y su boca presentaría dientes grandes. Incluso varios testigos aseguran haberlos visto saltar más de 50 metros y en línea recta, sorprendentemente sin el uso de alas u otro medio de sustento aerodinámico
- Murciélago: los testigos claman que algunos chupacabras estarían cubiertos de pelo negro, presentarían ojos rojos, una cabeza ovalada y alas tipo murciélago. Algunas veces se arrastrarían en cuatro patas, y otras veces se pararían erguidos (como perros de la pradera). Serían muy rápidos, puede escalar, y se caracterizarían por correr lejos cuando son vistos.
- Canina: se presentaría como una raza extraña de perro salvaje sin pelo, tiene un canto espinal pronunciado, cuenca ocular inusualmente pronunciada, dientes y garras de un canino típico.
Historia
La leyenda del Chupacabras comenzó en 1992, cuando dos periódicos de Puerto Rico, El Vocero y El Nuevo Día, comenzaron a divulgar las matanzas de muchos tipos de animales diversos, tales como pájaros, caballos, y cabras. En aquel momento era conocido como "El Vampiro de Moca", puesto que algunas de las primeras matanzas ocurrieron en la pequeña ciudad de Moca. Mientras que al principio se sospechó que las matanzas fueron hechas aleatoriamente por algunos miembros de un culto satánico, eventualmente estas matanzas se comenzaron a dar alrededor de la isla, y muchas granjas divulgaron pérdidas de vida animal. Las matanzas tenían un patrón en común: cada uno de los animales encontrados muertos tenían uno o dos agujeros pinchados alrededor de sus cuellos.
Algunos supuestos testigos reportaron avistar una figura pequeña color verde oscuro, alrededor de las áreas de las matanzas, dando a los reporteros y la policía, la sensación de que los chupacabras podían, en hecho, ser una figura extraterrestre; comenzando de esta forma la idea popular de que se trataría de una entidad alienígena.
Poco después de darse a conocer mundialmente las muertes animales en Puerto Rico, otras muertes animales comenzaron a ser reportadas en otros países, tales como República Dominicana, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Brasil, El Salvador, los Estados Unidos, más notablemente en México. En Puerto Rico y México, El Chupacabras gano estatus de leyenda urbana. Las historias del Chupacabras comenzaron a ser lanzadas varias veces en los noticieros norteamericanos e hispanos a través de los Estados Unidos, y se generaron productos comerciales del chupacabras, por ejemplo: camisetas y gorras de béisbol.
En donde más auge tuvo este fenómeno y leyenda fue en México, o al menos en el norte del país, fue en el municipio de El Álamo, en el estado de Nuevo León, ya que ahí se reportaron muchos animales muertos, en su mayoría cabras, a supuesta causa del chupacabras. Incluso en forma sarcástica se le relacionaba con el Ex-Presidente Calos Salinas de Gortari.
* Lo normal es que ningún animal reaccione alarmado o presente algún tipo de resistencia. Los dueños comúnmente no reportan ruidos extraños, y ni siquiera ladridos de perros guardianes de sus animales; es más, los canes al ser observados posteriormente, reaccionan de forma muy extraña, y en algunos casos asustados.
* Se indica comúnmente la falta de huellas del animal atacante, o si se presentan son escasas; similares a las de un canido de gran tamaño, algunas de las cuales presentan una prolongación en forma de talón. Estas pisadas se encuentran a diferentes distancias (4 a 5 metros), indicando que poseerían una gran habilidad para saltar.
* Comúnmente no hay testigos directos de los ataques.
La mayoría de los ataques que no corresponden a estas características, normalmente tras una investigación, corresponden a ataques de algún tipo de animal nativo o introducido en la zona del ataque (es el caso de los ratones hocicudos como el hocicudo rojizo que atacarían a los animales pequeños, o los perros salvajes); o a ataques falsos de origen humano, normalmente para hacerse famosos.
Algunos supuestos testigos reportaron avistar una figura pequeña color verde oscuro, alrededor de las áreas de las matanzas, dando a los reporteros y la policía, la sensación de que los chupacabras podían, en hecho, ser una figura extraterrestre; comenzando de esta forma la idea popular de que se trataría de una entidad alienígena.
Poco después de darse a conocer mundialmente las muertes animales en Puerto Rico, otras muertes animales comenzaron a ser reportadas en otros países, tales como República Dominicana, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Brasil, El Salvador, los Estados Unidos, más notablemente en México. En Puerto Rico y México, El Chupacabras gano estatus de leyenda urbana. Las historias del Chupacabras comenzaron a ser lanzadas varias veces en los noticieros norteamericanos e hispanos a través de los Estados Unidos, y se generaron productos comerciales del chupacabras, por ejemplo: camisetas y gorras de béisbol.
En donde más auge tuvo este fenómeno y leyenda fue en México, o al menos en el norte del país, fue en el municipio de El Álamo, en el estado de Nuevo León, ya que ahí se reportaron muchos animales muertos, en su mayoría cabras, a supuesta causa del chupacabras. Incluso en forma sarcástica se le relacionaba con el Ex-Presidente Calos Salinas de Gortari.
* Lo normal es que ningún animal reaccione alarmado o presente algún tipo de resistencia. Los dueños comúnmente no reportan ruidos extraños, y ni siquiera ladridos de perros guardianes de sus animales; es más, los canes al ser observados posteriormente, reaccionan de forma muy extraña, y en algunos casos asustados.
* Se indica comúnmente la falta de huellas del animal atacante, o si se presentan son escasas; similares a las de un canido de gran tamaño, algunas de las cuales presentan una prolongación en forma de talón. Estas pisadas se encuentran a diferentes distancias (4 a 5 metros), indicando que poseerían una gran habilidad para saltar.
* Comúnmente no hay testigos directos de los ataques.
La mayoría de los ataques que no corresponden a estas características, normalmente tras una investigación, corresponden a ataques de algún tipo de animal nativo o introducido en la zona del ataque (es el caso de los ratones hocicudos como el hocicudo rojizo que atacarían a los animales pequeños, o los perros salvajes); o a ataques falsos de origen humano, normalmente para hacerse famosos.